El trabajo dirigido en grupos pequeños favorece estos aprendizajes, más allá de las enseñanzas que puedan darse en el colegio o entre amigos, los grupos de entre 5 y 10 participantes favorecen la adquisición de destrezas como colaborar, hacer halagos, agradecer, esperar, expresar, respetar, escuchar, tomar decisiones y desarrollar un estilo asertivo de comunicación que les ayudará a abrirse paso en la sociedad, el número de participantes es importante porque favorece que puedan expresare y escucharse con mayor claridad, facilitando la participación de todos los miembros del grupo y ayudando a que todos aprendan a encontrar soluciones a los problemas individuales y grupales que vayan surgiendo. Desde las experiencias que tenemos en nuestra clínica, observamos cómo estos grupos suponen grandes beneficios morales y emocionales, ya que tienen la oportunidad de equivocarse sin miedos y sienten el apoyo del grupo.
Trabajar en pequeños grupos no implica necesariamente competir con el resto de los grupos, se pueden hacer muchas actividades en pequeños grupos desde una perspectiva colaborativa, de hecho muchos maestros ya ponen en marcha estrategias de aprendizaje cooperativo relacionado con esta forma de trabajo.
Es cierto que la especificidad de talleres en habilidades sociales, autoestima o inteligencia emocional aseguran este trabajo, también existen otras disciplinas donde los menores se sientan seguros y motivados y podrían favorecer estos aprendizajes, siempre y cuando los profesionales encargados de llevarlos a cabo estén implicados en ello y conozcan estrategias para el desarrollo de la inteligencia emocional.
Si te interesa este tema y quieres más información no dudes en contactar con nosotras aquí.
