Consejos para abordar el confinamiento en casa

Tras superar la primera semana de confinamiento, es posible que comencemos a notar determinados comportamientos y emociones en nuestros peques que no habían aflorado hasta el momento. Podemos decir que ellos y ellas nos están enseñando una buena lección a todos las personas adultas, pues aunque tengan sus momentos, lo van llevando bastante mejor que muchos de nosotros/as. Quizás en estos últimos días hayais notado que la imaginación de vuestros hijos/as ha brotado mucho más allá de lo que esperabais, y que han jugado o se han comunicado mejor con sus hermanos y hermanas que en situaciones normales.También es posible que todo ello se deba también a nuestra mayor atención a sus necesidades y al haber frenado y parado nuestra actividad cotidiana.
Pero los días van pasando y también pesan para todos los miembros de la familia. Es posible que los adultos estemos más irascibles, que tengamos cierta ansiedad y altibajos en nuestro estado de ánimo. Es perfectamente normal que nos encontremos bloqueados ante la situación que estamos viviendo, por lo que nuestra forma de comunicarnos con los más pequeños también puede verse afectada. Al igual que nosotros, ellos también empezarán a encontrarse más irascibles o más mimosos de lo normal, por lo que las pataletas, los gritos o la mayor agitación y peleas entre hermanos serán indicadores de su propio malestar. Si tienes hijos o hijas más mayores o adolescentes, la convivencia normal que ya era un poquito turbulenta puede verse más alterada, conviviendo con una mayor alteración anímica y una mayor desobediencia en estos días.